Magnífica novela del joven y reconocido escritor italiano, profesor de Instituto de Literatura en Milán, autor de varias novelas y un ensayo sobre Leopardi, que han sido un fenómeno editorial de ventas en su país. Su primera obra de ficción ha sido llevada al cine. Tiene una columna semanal sobre literatura y educación en Il Corriere de la Sera.
Esta novela está ambientada en Palermo, lugar que conoce bien el autor, pues nació y vivió allí sus primeros años. Y narra, con alta literatura, el ambiente de un barrio depauperado de Palermo, Brancaccio, donde impera la mafia siciliana, y donde el párroco, D. Pino Puglisi, realiza una labor de levantar humana y espiritualmente a sus gentes.
La base de la historia es real y D. Pino fue asesinado por la mafia y ha sido beatificado por la Iglesia Católica.
El personaje de D. Pino es entrañable y el autor sabe mostrar su calidad humana y espiritual. El protagonista, un adolescente alumno del Liceo donde imparte clases de Religión D. Pino, experimenta una maduración al contacto con la dura realidad del barrio extremo y depauperado, donde acude para ayudar a D. Pino: el autor conoce muy bien el interior de los adolescentes –es profesor de un Instituto- y sabe reflejar sus dudas, inseguridades y su ansia de grandeza y de donación.
Novela coral, desfilan por el relato muchos otros personajes y muchos niños. El autor acierta también en el manejo de los tiempos y de las voces, y la novela nunca pierde ritmo.
El paisaje de fondo es la ciudad de Palermo, su milenaria historia en la que han dejado huella tantos pueblos y civilizaciones –helénica, bizantina, normanda, islámica, hispánica, y por supuesto, la evangelización cristiana, presente en tantos monumentos, como la Catedral de Monreale-. El mar Mediterráneo y su luz deslumbrante lo envuelve todo bajo el sofocante calor de un verano en el que transcurre la novela.
Relato duro en el que interpela la humanidad sufriente de los que habitan ese barrio extremo dominado por la mafia, por el que nadie se interesa, salvo el bueno de su párroco y los que le siguen, cuyo sacrificio no fue vano.
Formalmente, D’Avenia me parece que ha escrito su mejor novela: el estilo es muy rico y exuberante, como corresponde al ambiente en el que transcurre la acción y a los personajes. La traducción está muy cuidada.
Novela que merece la pena leer y recomendar.