miércoles, 9 de diciembre de 2015
Benedicto XV, un pontificado marcado por la Gran Guerra, excelente libro de Pablo Zaldívar Miquelarena.
Benedicto XV, un pontificado marcado por la Gran Guerra. Pablo Zaldívar Miquelarena. Ed EUNSA. 204 págs.
El autor, diplomático de carrera, realiza una síntesis de la vida de este Papa, que gobernó la Iglesia Católica entre 1914 y 1922, y tuvo que hacer frente a la tragedia de la Primera Guerra Mundial con las armas de su palabra, su oración y las gestiones que incansablemente desarrolló para intentar parar aquella "sangría inútil" que costó la vida a más de diez millones de personas.
Se detiene antes en sus años de infancia en Génova, en su formación académica y sacerdotal en Roma -era hombre de amplia cultura y valía, con tres doctorados-, en su temprana llamada al servicio de la Santa Sede con el Cardenal Rampolla de mentor en tiempos de León XIII y su trabajo más oculto, pero eficaz, en tiempos de San Pío X, primero como Substituto de la Secretaría de Estado, siendo Secretario de Estado el Cardenal hispano-inglés Merry del Val, y luego como Arzobispo de Bolonia, donde destacó por su celo pastoral, cursando en seis años una visita pastoral a todas las parroquias.
El autor resalta también algunas otras tareas que desempeñó: la ingente labor humanitaria durante la Gran Guerra, a favor de prisioneros, enfermos, huérfanos, viudas y otras Víctimas del conflicto; destacan sus gestiones a favor del pueblo armenio. Otros hitos de su pontificado fueron su interés por las Iglesias de rito oriental (creó la Congregación para las Iglesias orientales), su magisterio por las misiones en África, y la promulgación del Código de Derecho Canónico.
En su pontificado se pusieron las bases para el arreglo de la Cuestión Romana, que concluyó con los Acuerdos de Letrán en tiempos de su sucesor, Pio XI.
P A-1
De este libro, me quedo con tres consideraciones:
1. Como dirige la historia del mundo, Jesucristo, Señor de la Historia, formando a las personas a las que va a llamar a tareas en la historia.
2. Que lo importante es hacer el bien que Dios quiere que hagamos. Unas veces, en la cumbre (a los ojos humanos) y otras en lugar escondido y callado: aquí se ven actores de la historia que suben y bajan: Rampolla, Merry del Val, Giacomo de la Chiesa (BXV), Sarto (Pio X), Ratti (Pio XI).
3. Que cada gobernante elige, con todo derecho lógicamente, a sus hombres de confianza.
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