Irene y el aire. Alberto Olmos. Ed. Seix Barral. Madrid, 2020. 184 pags.
Alberto Olmos, escritor y periodista, padre primerizo, ha escrito una narración sobre el embarazo y la belleza de traer al mundo un hijo, en concreto en este caso, una hija. Lo escribe desde el punto de vista del padre que le gustaría no molestar mucho y pasar lo más desapercibido posible.
Desde el punto de vista literario es, como otros libros suyos, una prosa de alta calidad literaria: ajustada, casi cortante, con metáforas sorprendentes, muy contemporánea, sin un calificativo de más, sin una concesión a la emoción, y a la vez, llena de ternura y sobre todo, de verdad. Es un alegato lleno de rotunda autenticidad a favor de correr el riesgo de traer al mundo una nueva vida, sin ocultar los temores de unos padres primerizos, es más, mostrándolos con toda su crudeza y hermosa realidad.
Es un alegato a contracorriente de algunos amigos y de determinados ambientes que se presentan como dominantes, que pretenden ser la única opción moderna de una vida feliz (véase la colección de titulares de El País recogidos en un hilo muy curioso en twitter: “No tengas hijos y serás feliz”, “Mejor solteros que casados”, “El segundo hijo te hará la vida imposible”). Y lo hace desde una perspectiva rebelde, apolítica, de una nueva cultura sin etiquetas de izquierdas o derechas, que mira con respeto la realidad.
Olmos demuestra en este libro de alta literatura que vale la pena la aventura de la maternidad y la paternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario