viernes, 17 de febrero de 2012
Sobre el mal
En "Psicología y vida espiritual", sugerente libro del teólgo y médico Joan B. Torelló, fallecido hace unos meses en Viena, donde vivió durante muchos años, al preguntarse sobre la presencia del mal y del sufrimiento en el mundo, dice: "podríamos estar todos de acuerdo en asegurar que el pecado es el agente patógeno más nocivo que existe en la sociedad: si milagrosamente desapareciesen de golpe las enfermedades y sufrimientos físicos que provienen del orgullo (violencia contra las personas y los pueblos, guerras con todas sus secuelas inmediatas y a largo plazo, cruentas, infecciosas, etc.), las producidas por la gula (enfermedades metabólicas, alcoholismo, trastornos circulatorios, etc.), y las que origina la vanidad (excesos competitivos, incidentes, maledicencias, etc.), así como las causadas por la lujuria (enfermedades venéreas, sida, trastornos endocrinos diversos, etc.), pecado al que contribuye -al igual que a los demás y, por tanto, a los males y dolores que comportan- una red inextricable de cooperadores y propagadores: escritores, periodistas, fotógrafos, médicos imprudentes, farmacéuticos, publicitarios, políticos, editores, industriales...; si además lográsemos eliminar las consecuencias patológicas de la indolencia, la testarudez, la avaricia, el ansia de poder, la mentira, el espíritu de venganza, el fraude y el odio..., entonces nuestro mundo se transformaría de tal guisa que sería irreconocible: en un mundo sin pecado, al sufrimiento físico no le quedaría más que un campo restringidísimo" (págs, 154-155). Luis Ramoneda.
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