miércoles, 11 de mayo de 2016
"Gilead", de Marilynne Robinson. Una obra maestra
"Gilead". Marilynne Robinson. Ed. Galaxia Guttenberg. 267 páginas. Novela ambientada a mediados del siglo XX en Iowa, en un pueblo pequeño del campo del Midwest americano profundo.
La forma literaria es una larga carta del pastor metodista John Ames a su hijo, de siete años, que ha tenido ya mayor, contándole su vida y la de su familia y
todo lo que quiere que sepa, para que la lea cuando crezca y pueda entenderlo.
El pastor está al final de una larga vida de servicio a su pequeña congregación rural.
Es hombre muy piadoso, hijo y nieto de pastores metodistas.
Su relato está cargado de referencias y citas de la Biblia, muy bien traídas.
Su figura despierta la simpatía y llama la atención que en una novela que ha ganado el Premio Pulitzer de ficción y el National Critic Circles Book Award,
se trate con tanta naturalidad y calidad literaria la relación del hombre con Dios, la belleza de la Creación como obra de sus manos, y la obra de salvación de Jesucristo.
Es un libro de gran belleza formal, reconfortante. Y se lee con ganas de conocer el desenlace, pues enlaza diversas subtramas que despiertan el interés.
Si Flannery O’Connor planteaba sus obras como “un puñetazo en el estómago” del lector, secularizado y distante de Dios, para hacerle reaccionar
y sus criaturas eran sorprendentes por el extraño mundo en que vivían y sus historias manifestaban con toda su crudeza la violencia, la pobreza, la incultura y la marginación,
Marilynne Robinson ha creado unos personajes llenos de nobleza y un mundo límpidamente bello, sin ocultar la dureza y las penas de la vida: los ojos de este piadoso pastor metodista
nos muestran un Dios cercano que acompaña la vida de los hombres, que cuida y protege a cada uno.
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