Biografía de una de las primeras mujeres del Opus Dei, beatificada el sábado 18 de mayo de 2019 en Vista Alegre (Madrid).
Licenciada y Doctora en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense, impartió clases en el Liceo Francés, Colegio de las Irlandesas, Instituto Ramiro de Maeztu y la Escuela de Maestría Industrial de la calle Santa Engracia (Madrid).
La autora, profesora de Historia en la Universidad de Navarra, ha centrado su investigación, entre otros ámbitos, en historia de la comunicación y en historia de mujeres en el siglo XX.
Los hechos que narra están muy bien contextualizados en la época con estadísticas, hechos relevantes paralelos y marco geográfico, jurídico y antropológico.
Este contexto ayuda a entender bien al personaje y la relevancia de las tareas que emprendió: universitaria y estudiante de Ciencias Químicas, cuando había pocas mujeres que estudiaban en la universidad y poquísimas que cursaban ciencias; fue la directora de la primera residencia de universitarias promovida en Madrid por las mujeres del Opus Dei, cuando había muy pocas de este tipo (la Residencia de la Institución Libre de Enseñanza y la de la Institución Teresiana); la primera que comenzó la labor apostólica del Opus Dei con mujeres en otro país, México…
Un amplio capítulo del libro está dedicado a los casi seis años que pasó en México y las iniciativas que emprendió: residencias universitarias en México y Monterrey, escuelas para campesinas y una gran labor social en la antigua hacienda de Montefalco, etc.
La autora ha desgranado con acierto el contenido de archivos, diarios de los Centros y las Agendas y el epistolario de Guadalupe, que da el frescor de algo vivo y cercano a las peripecias e inquietudes de la protagonista.
Particularmente valiosa es la correspondencia de la nueva beata con san Josemaría Escrivá de Balaguer, del que se ha recogido una selección en el libro Letras a un santo; en ella Guadalupe abre su alma a san Josemaría y le cuenta su vida, sus luchas y sus defectos, las actividades apostólicas que desarrolla y sobre todo, su oración, su interioridad y su diálogo con Dios y sus grandes deseos de ser santa y de agradar a Dios, con una sencillez y confianza que animan al lector a mejorar y andar ese camino de santificación en medio del mundo en el trabajo y en las circunstancias ordinarias de la vida: Guadalupe fue definida en la beatificación como “la santa de la normalidad”.
El libro está muy bien escrito y se lee con gusto y ganas, es de esos libros que deseas que no se acabe, para seguir leyéndolo, en parte por el personaje tan amable y en parte por el excelente texto que ha logrado escribir la autora.
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